Este es mi diario de sueños de 1993-1996. Me salto la introducción. Agradezco a Penólope Alejandra
y Sofía Amaranta del Ángel Torres, quienes en estos meses realizaron ilustraciones
para este blog.
lunes, 30 de marzo de 2015
Sueño del viernes 30 de agosto de 1996
*Es como una televisora. Los actores se quejan porque las
jornadas de trabajo son tan largas que no se les permite salir a ver a sus
familiares que están frente al edificio. Trato de buscar
una salida y me escapo. Me atrapan y vuelvo a escapar.
*Mi mamá, Malena y Amaranta me acompañan al gimnasio a
jugar. Ellas llevan algo de comida; amenaza una lluvia.
*Escuchamos que es peligroso avanzar, que la corriente
arrastra o uno se hunde en la nieve. El caso es que yo voy con un señor que se
parece a uno que era secretario, o es, del juzgado en Altamira. Al llegar a una
población tenemos que ponernos de acuerdo para arreglarnos e irnos, pero se dan
cosas imprevistas. Él desaparece, lo busco, veo a Juan, y me da a
guardar un casete. Escucho música, canto una canción de Pedro Fernández, "quien te dirá te quiero, quien llorará por ti, quien…” y la voy cantando por la escalera, muy transitada, por cierto, cuando una muchacha (muy
bien arreglada) me sujeta del codo y me dice: “por favor, deja de estar
cantando. Silencio”. Me zafo y le pregunto quién es. Un amigo la
saluda, pero eso a mí no me importa, la empujo y le digo que yo canto cuando
quiera, y sigo cantando a propósito. Total que cuando encuentro al señor, dice que ya no puede irse. Hay mal tiempo. El presidente
municipal da un discurso. Yo no lo veo, sino se aprecia una especie de
Iglesia (la de Álamo, pero había más madera), y él acentúa que el árbol debe ser festejado, aparece en las civilizaciones como amigo del hombre. Luego cambia el escenario del discurso a la Iglesia del Sagrado Corazón de Jesús, en Tampico.Yo
estoy en la acera de Arteli Hidalgo, cuando se viene un fuerte aguacero que la gente corre a resguardarse.
Sueño del 14 de agosto de 1996
Estuve en un estadio, al principio vi que los asistentes se
estaban arrojando cosas, y hasta arriba hubo una explosión; la situación se
calmó un poco, pero aún así los jóvenes tenían unas maderitas esbeltas que las lanzaban como si fueran flechas y uno debía andarse cuidando. Estaba con mi mamá,
Malena y otros. Cada varita la ponía bajo el asiento.
Bita se casa con un muchacho bien parecido, y del que me cuentan, lo seguían como 30 o 40 chicas.Él se casa enamorado. Al final de la
boda vamos a la casa de mi tía Soco y las tías arreglan el piso superior; ahí
vivirá el nuevo matrimonio. Mi tío, cansado, está acostado en un mueble, y yo doy a insinuar cuando ya la noche caiga. Mi tío
Felipe dice que eso no lo había pensado. Salí y quería bajar por un árbol de
frutos: había mangos y aguacates. Carlos los estaba apedreando, yo también tiré
algunos. Luego bajé con miedo a caer.
domingo, 29 de marzo de 2015
Sueño del lunes 21 de junio de 1996
En una oficina vi a una muchacha que tenía un empleo
seguro y me dijo que su papá era abogado. Me contó una anécdota que la
hizo reír. Yo le dije que también era abogada y me dijo un ¿sí?, sin interés,
como quiera yo le empecé a hablar de mí, de mi caso pero ella vio a una amiga y
se fue a hablar con ella. Sentida, miré hacia afuera. Estaban dos jóvenes. La
muchacha había sido mi alumna en la Barberena. Preguntaron por una mujer. Yo
les dije que quizá si la conocía. Les pregunté si no era una mujer ya grande,
que se pintaba el cabello de rojizo. Ellos me miraron con ciertas dudas.
Pero yo les insistí
en que era esa mujer. Les dije que ella había enfermado y que al parecer la llevé a curar, un señor que estaba por ahí me abrazó y me dijo todo
emocionado y sollozante que era una mujer piadosa y buena. El señor no olía
bien, y me sentía algo renuente a demostraciones de agradecimiento, me
volvía débil, pero ese señor era sincero.
Sueño del 7 de junio de 1996
En un momento, en una gasolinería, me vi envuelta entre
coches donde salían hombres con armas. Intenté protegerme. Luego vi a un hombre,
delgado, pálido con una chaqueta deportiva y la camisa abajo, traía lentes. Se
los quitó y me le quedé viendo preguntándome dónde lo había visto antes. Era
Amarildo, y se lo dije. Se me quedó viendo con curiosidad, como queriéndome
despistar, que al fin de cuentas no quería que lo reconociera. Pero lo seguí;
más tarde lo vi sentado frente a la casa de mi tía Tina (en Álamo) con alguien.
Fuimos Juan y yo a un lugar que no sé definir, en una de
esas subimos a un cuarto donde estaba Ricardo Rocha. Juan y yo le empezamos a
preguntar cosas que él respondía. Me pidió un desnudo pectoral y le pidió a
Juan que fuera con no sé qué persona a hablarle. Mientras yo me quedé ahí sola
con él, le pregunté si creía en cosas paranormales, él me dijo que no, que
dependía, sí, yo le dije que uno tiende verlo todo mediante la lógica y la razón
y echa abajo ese mundo raro, pero él no me dio tiempo de seguir hablando y
empezó a acariciarme. Durante la entrevista, recuerdo que Ricardo no tenía
puesta su camisa.
Estábamos en casa mamá y yo, cuando llegó Chucho y nos
empezó a explicar que en el colegio él estaba presentando un examen con otros
chicos. Uno de ellos no hablaba español sino un dialecto, y él le había
querido ayudar a que sacara el examen (hubo diálogo o intento de comunicarme)
cuando una madre sacó una especie de látigo y azotó a chucho y le hizo una
llaga que le rodeó todo el tronco. Nosotros nos indignamos y le dije a Chucho
que podía demandar a la madre, en eso llegaron otras personas.
Luego estábamos viendo televisión, y una muchacha que
hablaba por teléfono actuando daba una noticia, pero a nosotros no nos gustaba.
Sueño, miércoles, 1996.
A Malena le habló por teléfono Caín. Contestó Chucho, mi hermano, le dijo que hablaba a un cable, yo levanté la otra bocina y le hablé a Caín, le dije que a Malena le había dado un fuerte dolor de cabeza. Malena dijo que no era buena idea eso del dolor de cabeza y tomó la bocina. Yo tenía que preparar una denuncia (no sabía por qué) a Caín, era de muchas hojas a máquina eléctrica o computadora. Malena me dijo que Caín peleaba de que se le rebajara el monto de 50 pesos, a mí se me hacía ridículo ello, pero me atuve a eso, por hacer lo que pide el cliente.
Había un gran escenario y mucha gente. Estaban pasando personas a cantar, que le digo a mi mamá que me animaría a subir. Canté la de Solís "Delirio".
En la calle 5 de mayo (en Álamo) desde la casa de Martha hasta la casa de mi tío Adrián había sobre la calle un gran plantío reseco; según era un gran empiezo de cuento de y luego pone el título ( es como en las películas, por ejemplo "Fresa y Chocolate", primero hay una escena y luego se pone el título de la película y los actores.
Yo estaba por freír unas papas, a mi lado estaba Carmen que hacía comida para ella y Chucho. Llegó Rosy (una amiga de Carmen) y nos salimos a platicar en la calle 5 de mayo. Me dijo que había ido a una fiesta con Marcos (amigo de Malena) y que una muchacha (se me olvidó quién) se le habían subido las copas y que en pleno baile se tomaba y acariciaba su sexo y el vello púbico. Mientras me decía esto yo estaba frente a una paletería, unos niños estaban viendo hacia el mostrador de paletas, decían que al señor se le habían caído las paletas (dentro del mostrador).
Voz en off señala un retorno mío a Álamo, pero no me veo a mí regresando, sino a una salvaje que trae unas ropas desgarradas y que mira hacia la casa o taller de mi tío Rafael. Ahí la vio o me vio Neyda, una hija de la maestra. En mi fuero interno yo la saludo, pero es la salvaje la que tiene mi personalidad ¿la tendría?
Sueño del martes 3 de junio de 1996
*En la casa (en Tampico) dominaba el miedo a los cocodrilos. Afuera, en cualquier momento, se temía a esos animalitos, a una mordida se le sacaba vuelta.
*Malena, Bedil y Amaranta se subieron a una especie de tren, en el nivel de arriba, en unos asientos que sobresalían del tren. No les gustó y se cambiaron de lugar. Luego se arrepintieron, pues era más cómodo aquél, además, se tenía una vista especial.
Yo también subí y estuve viendo el paisaje. Al paso del tren, por lo regular había árboles de esos que llaman orejones.
Sueño del 29 de mayo de 1996.
Voy por la calle Obregón y me topo con un muchacho que fue mi alumno en la prepa Barberena. Él me pregunta si ya no doy clases, le respondo que no. Le cuestiono sobre cómo le va en sus clases. Él me dice que bien, que ahora es duro porque los maestros tienen doctorado, todos tienen doctorado y el nivel de la clases ha subido y por ende, se les exige más a ellos como estudiantes. No sé por qué viene a colación Cuba y Puerto Rico (fuera de mis sueñios he tarareado últimamente la canción de Milanés) en el diálogo. Pero me enredo al decirle que Cuba y Puerto Rico están juntos, son una misma isla, él me corrige, y yo le digo que tiene razón; que es un decir a primera vista.
viernes, 27 de marzo de 2015
Sueño del lunes 27 de mayo de 1996.
Estamos en un cuarto Juan y yo. Como de viaje. Luego voy a parar a una casa donde está un señor que en sí no es nada mío, pero es el anfitrión, la casa es de madera, hay en la cocina multitud de ollas y de cazos para el café, y cada vez que quiero tomar algo de café o de comida escucho una voz que sale de éstos para anunciarme que falta poco.
Mi mamá me llevó un día con Carlos a dejar un colchón de alquiler a unas señoras que irían a rezar, allá en la casa de Nora o de Claudia, le pregunté a mi mamá qué era eso de dejar el colchón, si podría llover, eso no era negocio, mi mamá me dijo que sí lo era.
Llegamos y ahí estaban las señoras sentadas alrededor de una mesa rezando y tomando café, casi eran todas mayores, una de ellas se paró porque no soportaba estar sentada. Luego nos dijo la que llevaba el liderazgo en el rezo de que afuera la gente quería que esas reuniones ya no se hicieran, las otras señoras no decían nada.
Otra vez estuve en esa casa, y luego la imagen de César Costa llevando música a latinoamérica y en cada uno de los países hacía un video, cantando la misma canción pero con animales distintivos del país, ese video que vi fue parece que en Ecuador, había 3 aves pequeñas revoloteando mientras él cantaba.
Luego en otra escena, en una sala, está el guapísimo de Brad Pitt con Bita, yo le digo a Bita que no me he olvidado de ellos y los aparatos que estaban ahí no servían, yo intentaba poner una especie de disco (moderno) y no. Luego intento acercarme a Brad, agarrar sus cabellos (quizá cortarlos) pero él no me dejó, me hundió 2 dedos en mi estómago que me dejaron frita, ya cuando recuperé el aliento ofendidísima le dije que no tenía por qué haber hecho eso, si yo no le había hecho nada, él se encogió de hombros.
Otra vez la escena de la casa. Tenía hambre, el señor me condujo a la cocina, vi que él me mostraba unas ollas o jícaras de café y mientras el señor ( que por cierto casi no hablaba) arreglaba su cocina, yo fui hacia la gran olla de mole, estaba cociéndose, el mole borboteaba, estaba calientísimo, y yo tenía mucha hambre, y le dije al hombre que estaba dentro de la olla que ya tenía ganas de comer, el hombre se fue levantando poco a poco del mole, y a mí me dio miedo porque no había sido como las otras veces, y corrí, pero el señor que trasteaba se quedó ahí y le dije que corriera pero ya el señor del mole lo había atrapado.
Sueño del 21 de mayo de 1996
Alguien me habló para decirme que jugábamos volibol en tal lugar. No tenía muchas ganas, pero fui. El otro equipo estaba más que completo y nosotras éramos 3. Le hablé a Norma (una jugadora de la UAT) para que viniera, ella nos invitó. Sí llegó, pero no a jugar sino para suspender el partido. Venía acompañada de unos chavos.
Sueño del jueves 2 de mayo de 1996
Estamos en una especie de reunión. Sé que por ahí está alguien que está buscando cantantes. En otra sala de la "cabaña" hay un micrófono. Lo tomo y comienzo a cantar. El señor viene pero no a verme a mí, sino a otras muchachas más bonitas, más jóvenes, se las lleva a cantar a una población cercana.
-Carlos come de una forma peculiar, en cuclillas, sin manos, como un gato o perro; esto es muy celebrado donde vivimos. Yo compro empanadas o tacos (del comedor Rosas) y llega el momento de colocar el plato especial. Estaban conmigo Martha Pérez ,su hijo y otros. Pero en la casa, el piso era como de madera y abajo de ella había agua y peces que nomás andaban viendo qué comer de afuera, y mordían si uno acercaba los dedos. Coloqué rápido el traste y vino Carlos. A la señora de la casa se le antojó comer al estilo de Carlos.
Sueños sueltos 1996
Cancha de voli donde juegan basquet, ¿es propiedad ingleses?, hay un comentarista de radio.
-Estamos en el patio de la casa de Álamo, y de pronto pasa un gran avión o no se sabe, pero deja caer algo. Un muchacho va y toca ese algo. Es rojo, gelatinoso. El ambiente que reina es que hay seres extraterrestres. Yo me subo a una especie de Cruz Roja; llego a una casa donde hay velorio. La niña murió porque parece que no había comido. Era extraño eso.
Sueño del jueves 23 de abril de 1996
Estoy en un aeropuerto (nunca había estado en él; ni lo conozco) busco a alguien o finjo que busco. Veo a algunos conocidos, una de ellas iba corriendo porque ya tenían que hacer fila para entrar.
Sueño del Sábado abril de 1996
Ella estaba algo renuente, aburrida. Yo la giré hacia mí y la besé. Al principio mis besos fueron recibidos con indiferencia. Le hablaba, le decía no sé qué, cosas que se dicen a la hora de amar, hasta que ella contestó entregando sus labios, su cuerpo (estábamos en el cuarto de la casa de Tampico). En la semipenumbra yo la besaba, movía mis manos por toda su extensión, fresca, núbil. La imagen de sus senos ocupados por mis palmas, sus ojos entrecerrados, su pubis, el parloteo acariciante en su sexo febril, adjetivos que no alcanzan a describir lo indescriptible.
Sueño del jueves de abril de 1996
Conocí a un joven, menor que yo. A mí me gustó él, su rostro fresco y abierto a mis deseos de verle. Sabía que no volvería a verlo y lo miré como despidiéndome. Él me cerró un ojo.
Sueño del 6 de abril de 1996
Habíamos varias personas en ese patio. Alrededor las casas, los árboles, más allá las calles. Veíamos hacia arriba: el cielo se veía en ondas y sólo la impresión del azul percibía uno. Nos movíamos despacio, a veces despegábamos los pies de la tierra, era más fácil así transitar por nuestros caminos. Me vi subiendo a la superficie, con un poco de pataleo y braceo; pero allá, arriba, no era mi mundo.
Sueño del 3 de abril de1996
Era un enorme edificio de departamentos.No estaba pintado. En un departamento yo vivía. Alguien de la planta baja me dio un tip para llegar más pronto a mi cuarto: hay elevador, me dijo; yo no sabía de su existencia. Me condujo a él, casi estaba a la mitad o en el corazón del edificio. Era un pequeño elevador, que ni lo parecía; cualquiera que pasara por ahí no lo reconocería. En esa ocasión subí con mi mamá, otro día iba con Juan y Pablo. Yo les dije que había un atajo para subir al departamento. Pero esa vez estuvimos busque y busque y no encontramos el susodicho elevador. Me dio mucha pena con ellos. Estábamos como en el mercado de Álamo.
-En el local del cine club iban a proyectar una película. Yo tenía ya mi lugar. Había más mujeres que hombres. Miré hacia un lado, había una playa.Juan puso la película pero después no era en el Cabildo de Madero, sino en el cuarto de mi abuelita Carmen, sólo que la función era para niños. Luego, me dio mucho coraje porque los niños, casi todos, habían dejado de ver la proyección para mejor ver en otra tele una película de acción o caricaturas.
-A una muchacha le advertí que había llenado mal un papel del examen. Después ella le preguntó al coordinador si era cierto; él dijo que sí, y que si le seguía con ese error no se le contaría el examen.
Una muchacha me dijo como llenara una forma de no sé qué, luego me dio otras para que las llenara. La muchacha me miraba de reojo, en una esquina del cuarto. Yo no quería y ni le había aprendido. La muchacha se veía enojada.
-Cantaba en el baño canciones de Menudo. Menudo, pensaba, era uno de los grupos que había participado en la OTI internacional.
-Detuvimos en el patio a un muchacho que había sido condiscípulo nuestro. Le preguntamos si no le gustaba alguna muchacha de su salón. Él respondió que le gustaba una que estaba sentada hasta atrás en el salón, y era Elisa; dijo que parecía niña, con su cabello largo, sus gestos delicados, su sonrisa afable; tantos adjetivos desconcertaban. Creo que todas queríamos ser Elisa en ese momento.
Sueño del domingo 31 de marzo de 1996
En casa de mi abuelita Aurea se llevaba a cabo el funeral de mi abuelita Carmen. En el cuarto anterior a la cocina, mi abuelita Concha lloraba. Yo la giré hacia mí y me sorprendió verla tan desfigurada por su dolor. Una tía permanecía a un lado. Le dije a mi abuelita que no se dejara llevar por la tristeza, sus nietos más pequeños se asustarían. Ella me dio la razón. En la cama de mi abuelita Aurea, tenía ropa en una maleta. Hubo una escena que me dio miedo. La muerta, mi abuelita Carmen, se me fue acercando, hasta que alguien entró tuve serenidad. Mi mamá y mi abuelita Concha vieron que la vecina de enfrente (la mamá de Walter) tenía en su jardín, flores pequeñas, hermosas y de muy vivo color. Me sugirieron que le pidiera flores. Yo les dije que no iba a resultar, esa señora amaba demasiado a sus flores como para desprenderse siquiera de un ramo de ellas. Además había mucha gente en el jardín, ignoro que se estaba celebrando. Sólo fui allá y quise cortar flores, pero lo curioso es que en las macetas no había nada, mis manos no encontraban ninguna de esas flores que veíamos desde la otra acera. Terminé por llevar flores del árbol de framboyán que estaba en el otro predio. Se las di a mi mamá.
Luego me vi en una clase de no sé qué: El caso es que algunas de mis condiscípulas eran de la clase de francés. Una de ellas tenía que darnos un capítulo completo de la clase; y con las instrucciones del maestro, esa compañera se dio cuenta de que no había avanzado nada, no sé, a lo mejor lo que nos había dado era de otro capítulo o de otras fuentes distintas. Quizá fue por la desesperación de terminar algo o de hacerlo bien. Quedamos de vernos en la tarde. Además teníamos que sacarnos fotos. Yo llevaba sólo la mitad de dinero. A la hora convenida entramos al edificio para sacar las fotos. Adentro vi a Rosa Isela; veía unos carteles. La saludé y le pregunté qué hacía (acuclillada en el suelo viendo un cartel amarillo). A la salida no sabía qué transporte tomar, coche o micro. Una muchacha me dijo que el micro llevaba al centro. Fui hacia él; le pregunté al chofer si llevaba al centro. Me dijo que no. Contrariada, miré hacia otros lados; el coche llevaba una ruta diferente a la que yo quería.
miércoles, 25 de marzo de 2015
Sueño (entre el 19 y 31 de marzo de 1996)
Fui a Álamo. Era domingo. En el cuarto estaba mi tía Bety; me dijo que iba a haber una especie de temblor o algo así, toda vez que una isla iba a chocar con tierra firme. Mientras hablaba se había subido a la cama y descolgado un cuadro.
En la sala estaba María Félix. Me reuní con ella. La familia se había lamentado que cuando le pregunté sobre su vida, todo lo según grabado en un casete estaba borrado. María estaba leyendo una crónica, donde hubo una fiesta de gala en la cual habían asistido muchas mujeres maduras y hermosas. A ella la conocía todo mundo y las mujeres se le acercaban porque deseaban ser sus amigas. María era una especie de tía. Bajé y fui al patio en donde estaban mi mamá, mis tíos, Carlos y mis primos. Estaban planeando salir a la feria; ya estaban vestidos y yo me quedé viendo mi ropa, pensé en irme a cambiar, pero me dijeron que fuera a cerrar las puertas de la casa de mi tío Felipe. Estando allá, me dio miedo, pues los cadáveres o cuerpos de Sebastián y alguien más (mi abuelita Carmen tal vez) estaban sobre la cama, como si siguieran durmiendo, olvidados. Yo cerré la puerta y me reuní rápido otra vez con mi familia. Parece que Carlos no deseaba ir a la feria.
En Álamo también, fui a una tiendita que está al final de la calle Vélez. La atendía doña Mary y su esposo y unos hijos (no los suyos) muy guapos, sobre todo un doctor. Compré naranjas, una revista de la jornada donde venía de portada la figura de Yuri en multicolores y muy pintada. El doctor me hizo la cuenta. Me retiré; en el camino vi a 2 gringas; un vecino me dijo que ya era normal que empezaran a vivir entre nosotros.
Había un tren. Subimos. Me dio miedo porque se escuchaba el rumor de otro. Miré si había 4 rieles. Lo confirmé ya tranquila.
Luego me di cuenta que había adentro, en la profundidad, una pequeña escalera o pasillo donde la gente podía atravesar el túnel caminando; más adelante hasta había tiendas y panadería, caminé hasta una de éstas y salí al aire libre.
lunes, 23 de marzo de 2015
Sueño del martes 19 de marzo de 1996
-Saldríamos a una reunión, mamá, Malena,Chucho y yo. Yo no tenía vestido, me llevé un conjunto. Vi a una muchacha que se había probado un vestido. Se veía feliz por su atuendo y tomó asiento al lado de otra joven.
-Vi a Delia Casanova en una escena erótica con un hombre. Estaban desnudos en la cama, y el hombre besaba su rostro y su cuello. La escena se repitió otra vez.
- Sentimos que venía la policía por nosotros. El jefe en su camioneta o coche, nosotros en motocicleta. Yo veía, parece, desde un coche. Habían cerrado una calle, como en las películas, por donde pasaron a máxima velocidad la motocicleta y la camioneta. Escena perfecta.
-Estábamos frente a una gran puerta corrediza, uno de los muchachos era el encargado de abrirla para cuando nosotros llegáramos; éramos como una especie de super héroes con su guarida. Una vez llegamos, Carlos, Chucho y yo, nos abrió; más allá había una escuela, niños por doquier, una maestra que tenía que darnos permiso de pasar. Vi su atuendo, en especial sus zapatos.Mi abuelita Concha nos vio. Cuando nos dio permiso de pasar, ignoramos a mi abuelita, quien comprendió en seguida; nos siguió con precaución y luego me dijo que por ahí estaban los hijos de mi tío Beto, que era una oportunidad para que los viéramos. Yo le dije que no, ese tiempo podría echarnos a perder la misión.
-Vi a Delia Casanova en una escena erótica con un hombre. Estaban desnudos en la cama, y el hombre besaba su rostro y su cuello. La escena se repitió otra vez.
- Sentimos que venía la policía por nosotros. El jefe en su camioneta o coche, nosotros en motocicleta. Yo veía, parece, desde un coche. Habían cerrado una calle, como en las películas, por donde pasaron a máxima velocidad la motocicleta y la camioneta. Escena perfecta.
Sueño del 15 de marzo de 1996
Regresé a Álamo. No sé si por alguna muerte o enfermedad de un pariente ¿? Vi a Martha, a mi mamá, a mis tías. Estábamos en el cuarto de mi bisabuela Carmen. Ella estaba acostada, alrededor le atendían en su sueño las hijas de mi tía Julia. Me fui a sentar a la cama que está junto a la ventana. Más allá de la cama ( a un lado) estaba J. Manuel Serrat, cantaba una canción, con quien, creo, es su mujer. Yo intenté hacer coro en la canción. "Penélope", pero me sorprendió ver y escuchar que ella era la que le hacía coro en esa canción. Existía tal estrechez en su relación.
Sueño del 6 de marzo de 1996
Vamos en camioneta por la carretera. Todos tenemos hambre. Decidimos bajar en el siguiente poblado. Dimos vueltas por las callejuelas de un pueblito, pero no veíamos restaurantes a la vista. Nos detuvimos frente a un puesto de tacos y tortas a borde de calle y bajo las sombras de un frondoso árbol; sensación de frescura, de estar en paz. Luego ya no, por lo siguiente:
Hicimos los pedidos y el taquero fue despachando. Cuando vi a los míos comiendo aquello, como que algo en mí se reveló de repente. Miré a las personas que estaban ahí antes de nuestra llegada. Había un hombre y una mujer platicando. Traté de escuchar. La mujer le decía al hombre que ya hacía hambre y le preguntaba a él si a su vez no se le había despertado. Esto me hizo comprender que habíamos caído en mal lugar; aquellas gentes nos iban a almorzar.
domingo, 22 de marzo de 2015
Sueño del 23 de noviembre de 1995
Presenciando un juego de futbol. Hay mucha gente. Pido a un tío que me permita jugar; él me dice que únicamente tengo que pararme en la línea del campo y gritar al árbitro"cambio"; pero me doy cuenta que no tengo ni tacos; se los pido a Carlos que está jugando en ese momento por ahí cerca volibol, corro y pido cambio. Escucho entre los hombres número "es Sandra", ya estando adentro,veo que hay otras dos mujeres, doy pase para gol. En una de esas echo para afuera el balón en nuestra contra. Pido perdón a la portera y veo una fotografía de Candy en donde hay un paisaje cuyas luces del cielo azul se tornan amarillas y me impresiona mucho el que diga una de ellas a Candy; antes Candy percibía el mundo de este modo (y tenía un color el cielo, ahora así; y cambiaba de tono el paisaje).
Sueño del 27 de septiembre de 1995
Un coche se volteó. Adentro estaba un tipo al que tenían que aprehender, luego junto a otro, cantamos una canción. Al terminar, mi tío Beto dijo que le había (emocionado) gustado. Al lado estaba mi abuelita Aurea. Vi a la tía Tina, Liz y Olimpia; se arreglaban para ir a la casa de mi abuelita Concha. En ese momento pasaron a platicar un poco, Lupe Solano y ¿Valdemar?
A una señora le entregué el libro de ciencia. Se quejó de que estaba rayado (Amaranta, según, lo había hecho) y yo le repuse enojada que ese libro al final de cuentas era mío.
Ana Martin Matho en Indostán. Una foto de revista donde ella sonríe, y atrás hay unas mezquitas.
Luego una imagen ( me parece soñé ya) de una joven (señora) que nos va enseñando el sentir de las sombras de una casa o calle, por ejemplo, casa de cosas que parecen fantasmas.
A una señora le entregué el libro de ciencia. Se quejó de que estaba rayado (Amaranta, según, lo había hecho) y yo le repuse enojada que ese libro al final de cuentas era mío.
Ana Martin Matho en Indostán. Una foto de revista donde ella sonríe, y atrás hay unas mezquitas.
Luego una imagen ( me parece soñé ya) de una joven (señora) que nos va enseñando el sentir de las sombras de una casa o calle, por ejemplo, casa de cosas que parecen fantasmas.
Sueño del 22 de septiembre de 1995
Por más intento de asistir a clases de francés no lo logro. Estoy sólo en breve ocupando el asiento en una de las clases, pero luego tengo que retirarme.
Grados de recuerdo, del 1 al 10, 3.
Grados de recuerdo, del 1 al 10, 3.
Sueño del 20 de septiembre de 1995
Juan y yo realizábamos un viaje en barco, (no sé si sería para escapar).
Sueño del 19 de septiembre de 1995
Estábamos en un autobús, de regreso de Estados Unidos; un compañero de viaje que debía quedarse no se bajó sino hasta la frontera. Mamá, ¿Carlos? y yo nos bajamos a comer en una pequeña fonda.
Nos llevamos, a los viajeros, a una casa (la de Álamo) para descansar. Yo tenía un libro y quería luz y fresco para leerlo. Me tiré a un colchón. Sentía movimiento alrededor. En otra ocasión, en el autobús (se encontraba ¿Ulises? ) hubo un concurso de ¿belleza?, participé. Gané. Me hice acreedora de insultos delicados por parte de algunas competidoras bonitas.
En una reunión literaria, entre los que destacaban Octavio Paz, esperábamos a Sergio Pitol para empezarla. Yo estaba en el segundo piso; desde una amplia ventana, pude apreciar su cabeza de cabellos blancos y una piel de igual color. Mientras entraba al edificio y subía las escaleras arrancó la admiración de los presentes. ¡Oh!, saludó a Paz. En una pantalla pasaron pasajes de programas de Televisa.
Sueño del 17 de septiembre de 1995
Estoy con un grupo de personas, entre ella descubro a Gastón. Invito a una muchacha ir a jugar volibol, como se niega hago rabietas en broma.
Sueño del 16 de septiembre de 1995
Por primera vez Juan me acompaña a Álamo, pero bajo circunstancias tristes. Algo ha habido que dejó arrasado a Álamo, una catástrofe que no fue inundación sino pareciera de ciclón, hay derrumbadas casas de madera en la calle Independencia. La avenida como que es más amplia. Juan me sigue; yo le explico mientras observamos el desastre.
Sueño del mes de agosto de 1995
Hubo una competencia; pasé por donde estaban unos corredores, alguien me dijo que entrara en el carril. Yo que no había hecho ejercicio me animé y entré a correr: sorprendiéndome el ver que otros competidores se quedaban atrás aun a pesar de su preparación física. Entramos en una zona que terminó siendo propiedad privada del príncipe Felipe, quien indignado me paró en seco para reclamarme por qué corríamos en sus terrenos; yo me quedé sin habla pues estaba esquivando obstáculos y me encuentro con aquél.
En Tampico, en el departamento de José Luis y Fernando, vimos un avistamiento de (ovnis) platillos voladores. Estábamos extasiados, y aproveché para ver de cerca a uno de ellos. Me sorprendió el que fuesen comunes y corrientes. Más tarde, papelitos rotos caían y me deleitaba en recogerlos. En ellos había mensajes que me daría a la tarea de descifrar juntando la mayoría.
Sueño del 3 de agosto de 1995
En la casa de Tampico permanecemos Malena, Chucho, Carlos, unos amigos y yo. El problema empieza cuando de algún modo sabemos que uno de nosotros sufre una metamorfosis y atenta contra los demás (algunas imágenes de carne descuartizada moviéndose); teníamos miedo y deseo de escapar.
Sueño del 20 de julio de 1995
Camino junto con un hombre maduro. Atractivo. Adelante ¿o atrás? camina Juan (parece acompañado también). El hombre se acerca mucho a mí, me susurra palabras. A pesar de ser del prototipo donjuanesco, me gusta.
Sueño del 16 de julio de 1995
En un patio. Es de noche. Escuchamos música ( mi mamá y mis hermanos, parece)
Escenas donde jugamos volibol.
Luego me encierro en el cuarto (de Carlos, en Álamo) para leer una novela rosa. Se trata de una muchacha que se enamora del típico hombre. Éste es aventurero. Al último, ella lo cree muerto y ella trata de recordar una escena: en el piso hay muchas cosas tiradas, rotas. Entre ellos hay un muñeco. De pronto, alguien llama a su puerta. Es él, se abrazan, Fin.
Escenas donde jugamos volibol.
Sueño del domingo 9 de julio de 1995 (Tampico)
Mi mamá está en un edificio de departamentos antiguos. (Ahora que lo cuento, no sé si mi mamá se niega a traspasarme ese departamento porque he sido mala hija*). El departamento me gusta, es de techo alto, puertas y ventanas amplias; se respira un aire viejo y nostálgico. Veo enfrente a unos hombres. Después salgo y en el pasillo mamá y yo nos topamos con una señora. Más adelante, antes de bajar unas escaleras, unos jóvenes suben y entran a un departamento. Mamá me dice que uno de ellos es "idiota", por qué; es hijo de aquella señora (la que nos topamos), que también lo es.
*Ese pensamiento se dio en el sueño.
Sueño del 6 de julio de 1995
Voy a una competencia, dicen que vamos a irnos en avión. Juan me lleva al aeropuerto o central. Dice que no es peligroso viajar; vemos cómo, cuando dice esto, una camioneta se estrella contra otra. No sé si viajé en avión o autobús. Lo cierto es que estoy ya en el lugar de competición, compartimos cuarto. Competí en voli y en tenis. Los dos primeros juegos los gané sin dificultad.Una muchacha que jugaba tenis corrió hacia el entrenador, que estaba ocupado con el equipo (de voli); la muchacha estaba casi con la espalda desnuda.
Sueño del 1 de julio de 1995
Hay una exposición; camino por los pasillos. Estamos (no sé si afuera del Aula Magna de la UAT) Sandra Ruth Sosa, Alfredo Estrada y yo. Platicamos amenamente.
Sueño del 3 de junio de 1995
No recuerdo bien el sueño, o más bien la pesadilla. Sólo tengo las imágenes de 2 jóvenes desollados y del rojo vivo de la sangre que me hicieron despertar sobresaltada.
Sueño entre 1994-1995
En una calle con 2 niños (entre niños y jóvenes); ellos están quitando unas piedras de la banqueta. Enfrente hay un mercado, y la gente pasa y pisa por donde nosotros palpamos piedras. De pronto de una piedra palpo un latir, en ella hay una vida extinguiéndose; los niños me dicen que recuerde dónde está y que la deje ahí. No recuerdo qué sucede con ella, el caso es que de pronto yo soy la encargada de llevar la caja de cosas que sobrevivieron a una catástrofe y buscar a la piedra que late. Me enfurece que alguien haya metido la mano y cambiado de lugar la piedra en la cual había una vida. Mi impotencia se refleja al no encontrarla. Convertidas en cosas personales, entrego las piedras a sus dueños. (Estuve ahí, en el patio del taller de los Eliseo, entregando cosas a la gente que se arremolinaba en torno a mí).
Una camioneta, la parte trasera. Un hombre que me molesta. Gente alrededor.
viernes, 20 de marzo de 2015
Sueño del 29 de noviembre de 1994
En la iglesia. No estoy arreglada y veo que están mis compañeros de Derecho. Es la misa de graduación. Me siento triste, pues no iré a la fiesta; mi mamá lo siente más, no tenemos dinero, me dijo. Bueno. Luego vamos a casa (pero ésta es diferente, nunca la he visto en mi vida) es de madera, tiene ventana de mosquitero.
Más tarde, Malena se enoja conmigo por ser tan dadivosa con Miguel Bosé (según mi novio) pues éste es un coqueto descarado; que según Gina Romand había pasado en su coche por él y se lo llevó. ¡Ah, sí!, le dije. Bueno, me va a escuchar, ¿cómo?, no sé; le corto. Hay otro muchacho.
Hay lluvia y vengo con Juan y otra muchacha (en la casa de Tampico) y recojo dos paraguas, el descompuesto, que olvidé.
jueves, 19 de marzo de 2015
Sueño del 22 de diciembre de 1994
Estoy una tienda (la casa de mi abuelita Concha). Mi mamá está apartando unas ropas. Me gustan. En casa, Malena se pone una camisa y shorts míos y anda por la sala. Se le ven bien, son de color verde y amarillo.
Llego a una casa (la de mi abuelita Aurea, en ocasiones) y entro. Hay muchachos en la sala y están comentando sobre los exámenes profesionales. Les digo que se tranquilicen y doy la clase. En eso, entra un amigo de ellos, S. Me sorprende verlo muy mejorado (últimamente lo he visto cambiado físicamente) él se acerca y me saluda efusivamente. Más tarde ahí mismo estoy platicando con Alicia Solano y me pregunta por mi carrera, si la terminé, le contesto y a la vez le pregunto. Ella titubea y luego, esquivando la plática, dice algo de que va bien. Alicia me comenta que las dos señoras de la casa son muy católicas, van a llevar a los muchachos a escuchar al padre y que si puedo ir, aunque agrega Alicia, no me ven con buenos ojos, ya que ando diciendo, según, que el examen ( no sé qué tipo de examen será aquí) , es sencillo. en eso llega U., otro excompañero de la primaria, y nos saluda. Nos apura para que vayamos a la convención. Tomó gel y empezó a untarlo en mi cabello, frotando mi cabeza, me sentí muy tranquilizada (recordé aquella vez en la ronda, que me atreví a cerrar los ojos para abandonarme) luego se lo frotó al cabello de Alicia. Me levanté y fui a lavarme la cara, ahí una de las señoras me apuró, porque si, no llegaríamos a ver al subcomandante Marcos.
Sueño. Viernes, agosto de 1994
Vamos a una casa, sé que somos Carlos, Chucho, Malena, mi mamá, otros y yo.
Fuimos Malena, Carlos y yo al colegio (veíamos a través de la ventana de mi cuarto,en Tampico, las canchas de volibol, como si fuera mi cuarto el de las religiosas, frente al campo).
Sueño del 24 e agosto de 1994
Estábamos en el salón; entre las mesas vi a A.(como cuando íbamos en primero de secundaria), se le veía muy atractivo. Alrededor había gente (no recuerdo qué hacíamos ahí), luego reconocí en otra mesa a U. (otro compañero del colegio)
Entro a una especie de concurso. Parece que en la cárcel una muchacha escoge un número para su "esposo", luego tomó su lugar, y las dos nos vamos por separado; pero por los pasillos escucho el resultado del concurso y pienso que es el número del reo. La muchacha, quien también anda por ahí me dice que ella también se emocionó, pero el número no es ése. Luego se acerca en coche uno de los organizadores del concurso y le da un aventón, yo le digo a la joven que aproveche.
Luego en la casa- no sé dónde será- veo que tengo visitas. Santiago o Sebastián, ya me han cambiado todo de lugar. Los libros los ponen en el ropero. No se ven mal; pero antes yo sabía dónde se encontraba cada cosa. Parece que a unas cuadras de ahí, Martha está (¿cantando?).
Los niños bailan en el escenario del cine. De pronto, veo que sube la muchacha alta (que se lesionó en la deportiva) y los movimientos son torpes y se siente fuera de ambiente. Me ve y se acerca. Al final, veo a Évora. Tan guapo con su traje. Me mira y dice que me acompaña.
Sueño del 10 de junio de 1994
En la segunda planta de la casa en Álamo. Hago un trabajo a máquina; antes del mediodía termino 500 hojas. Sólo tengo unos cuantos errores. Luciana, que trabaja, no podría con tanto y le ofrezco ayuda para escribir a máquina. En la casa de mi abuelita están varios primos. Como que hubo una inundación, pues los primos chapotean. Olimpia (una prima mayor) me saluda y me dice que la palabra campana ya no será la que designe a ese objeto, sino otra, capo, me parece, señala otras, y me entristezco, no puede ser, esas palabras han designado eso por mucho tiempo. ¡Ah!, los de la Academia, viejitos que no saben qué hacer; la ch y la ll les estorbó y las desaparecieron sin consultar la opinión popular, que nos acostumbramos a ellas;eso hacen solamente para dejar huella.
En Tampico, Malena está en el cuarto de junto. Discute con un joven y después trepa la pared. Yo le digo que me cuente todo, ella está como absorta, con una cara de enamorada que...Malena, le digo, representa lo que pasó. Y ella lo hace; se vuelve a trepar la pared y se pasa al otro cuarto. Discute. Yo veo. Y antes de que se regrese, el joven la besa. Regresa con una cara de embelesamiento que...
lunes, 16 de marzo de 2015
Sueño del 8 e junio de 1994. Miércoles
Me encuentro en el colegio, por la capilla, enfrente, están unos muchachos del ambiente cultural de Tampico. Llamo a Carlos, converso con él. Se me olvida algo y lo llamo de nuevo. Esta vez Carlos está desdoblado, y entre el gentío en el patio del colegio, se movieron los dos Carlos, por separado, para buscarme. Al llegar los dos, uno desaparece y hablo con el otro. Le digo que es hora de entregar un material y se va al salón donde cursó sexto año. Ahí están periodistas. Carlos está haciendo un favor a Roberto (León Alexandre), él le había dejado un material que a la vez pertenecía a unos muchachos. Cuando afuera me doy cuenta que éstos quieren su material, me alarmo, sobre todo porque parecen zombies que no razonan cuando les digo, que no es responsabilidad de Carlos el que pueda o no salir el material. Ellos sólo lo quieren y el responsable directo es Carlos. Voy con Carlos y le digo que tenga cuidado, que se apresure. Salgo y un muchacho pregunta; entonces quiero prevenir a Carlos que éste tiene malas intenciones, pero él y otro siguen mis pasos y quedo helada frente a la puerta, qué hago. Echo pestes a Roberto, por culpa de él, le harán algo a Carlos. Abro la puerta y para mi fortuna no hay nadie, y les anuncio (a los otros) que no se ha podido terminar el material, que pasen luego. Me deshago de ellos.Entonces algo se acaba y Malena se quita el maquillaje, y con una niña en la mano (no sé si era Amaranta), dice que esta obra le ha parecido por su atmósfera a la de García Lorca (refiriéndose al sueño de locaciones cerradas, sofocantes, de atrios), y cruzamos la calle para ir al mercado.
Sueño del sábado, 1994
Estamos escapando de una catástrofe; la muerte, abajo, impera, no estoy consciente de las dimensiones, sé que murieron seres que amaba; pero en este momento mi único pensamiento claro es salvaguardarnos.
En una mesa estamos 4 jóvenes, las conozco; creo que era Lilia, la hermana de Lorena Arrieta, Rosa Isela, y de las otras no me acuerdo. Están estudiando para examen que será la próxima semana. Le pregunto a Rosa qué noticias tiene en el ambiente cultural, y me dice que ha estado un poco desconectada. Le doy a leer un cuento.
Sueño del 16 de mayo de 1994
En la casa de mi abuelita se encuentra como huésped una joven linda, pero peligrosa. Le descubrí su juego muy pronto. Era una asesina. Para ganar su confianza, le dije que se iba a organizar una fiesta, y ella necesitaría zapatillas. Entusiasmada, me dijo que ya las tenía, y tras sacarlas de abajo del ropero, me enseñó unas hermosísimas zapatillas con formas sensuales, más o menos eran así:
Muestro un dibujito de unas zapatillas negras con correa y tacón dorado.
Muestro un dibujito de unas zapatillas negras con correa y tacón dorado.
Eran de amplia horma, me las puse y me quedaron bien. Ella me dijo que tenía todo para la fiesta. Nos sentamos en la cama y me enseñó una muñeca, noté cierto toque misterioso en la joven y le propuse cortar el cabello a la muñeca, dejarla pelona; jugaría su mismo juego. Ella me miró extrañada; después quise ir más allá y le mostré las tijeras para demostrar que no mentía, y las dirigí sobre su cuerpo, pero no esperaba que me sacaría un cuchillo y desvié un poco mi objetivo y quedaron las tijeras encima de la cabellera de la muñeca, mas el cuchillo quedó muy cerca de mí, La joven se quedó mirándome maliciosamente, movió un poco el cuchillo sobre mi cuerpo y lo quitó sin justificarse, sin hablar de lo sucedido; me sentí descubierta, ella sabía ya que conocía su secreto, las intenciones que había ocultado siendo huésped en la casa de mi abuela. Salí de la casa y en la entrada estaba un compañero de la facultad que esperaba, desesperado, a una persona (¿Lic.? para que le firmara unos documentos; también yo esperé por la misma razón. Me parece que atendieron a mi compañero y después pregunté si podían atenderme y me dijeron que la señora (una tía mía) se encontraba muy ocupada, y esperara. Mientras, llegó Alfredo Estrada, a inscribirse o solicitar permiso, no sé muy bien; venía acompañado de otro chavo que era el que estaba realizando los trámites, y Cardoso estaba sentado frente a lo que de lejos pensé que era un trabajo de comunicación, una cartulina con grandes letras y colores - extremadamente fuertes o contrastantes, morado, rojo,negro, lila-. Mi intención era decirle que volviera hacer el trabajo, que estaba muy sucio, para que lo pudiera aceptar el maestro. Mi sorpresa fue al acercarme y contemplar de cerca la cartulina, no era sino madera con bajo relieves y un nombre de un grupo, me imagino que de rock, tenía dibujos alegóricos. Cardoso me dijo que iban a participar en un grupo de rock, el otro chavo se acercó. Medio entre broma y en serio, le dje que si no le gustaría una corista o cantante, porque me ofrecía. Se rieron, y dije seria, que bonita no estaba, por lo que no estaría para adornar un grupo sino para ser parte de él cantando, y cantando bien, porque lo importante era el rock, saber sentir y expresar bien el rock. Ellos asintieron.
No sé si después de esto me fui a poner un vestido largo y floreado, y por el peligro que amenazaba, salí corriendo sin calzado alguno. Corrí por la Garizurieta ( en Álamo, a la altura del Colegio).
Detalles: En lo de los zapatos, al enseñármelos. Una toma de los zapatos por delante y por detrás, resaltando, brillando, los bordes dorados.
*Existe como una visión cinematográfica en los sueños, dicho esto como una comparación. En la escena en que me encuentro con la joven peligrosa y ella está enseñándome la muñeca, sé que estoy en el cuarto de en medio de la casa de mi abuelita Concha (en Álamo), porque hay una toma por encima de nosotros y por los extremos del cuarto en el que nos muestran a mí sentada al borde de la cama, atrás la ventana con cortinas blancas, semitransparentes. Enfrente de mí está la muchacha, impresionante, mientras acaricia el cabello rubio y largo de la muñeca. Cuando la miro, mis ojos como el enfoque de la cámara de cine, me representan, me anula físicamente; uno a la larga no puede verse (necesita uno del espejo); pero en los sueños uno sí puede verse porque hay escenas como la anterior. Cuando uno se anula, ve directo las cosas que hay a su alrededor, en este caso a la joven. Una toma cerrada de la muñeca, al ser su cabello rubio acariciado por la joven. Después mi voz en off diciéndole que si quería le cortaba el cabello, todo el cabello dejándola pelona (el tono encierra perversión) mientras hay una toma de la joven de cuerpo entero, acariciando el cabello de la muñeca, pero sobre todo tiene un sentido, para qué esta toma- hay tomas que parecieran sin sentido en el sueño, sin lugar a dudas- el sentido es el siguiente: yo le digo que sería bueno rapar a la muñeca, la estoy provocando, jugando su mismo juego, le hablo como si fuera una psicópata (incluso después de esta toma me veo a mí con los ojos un poco desorbitados) para ver qué reacción tiene,ésa es la intención e esa toma que se fue cerrando hasta su rostro, es decir de cuerpo entero se redujo la toma. Se fue alzando hasta el rostro, un desplazamiento lento, y después la toma donde me veo con los ojos desorbitados.
Los sueños están hechos de imágenes, de sensaciones, de voces o de nada. Me pregunto si existe el muchacho que acompañaba a Cardoso en el sueño, no me acuerdo de su rostro, pero en el sueño existía, tenía una presencia, ¿por qué lo acompañaba o se acompañaban?. El rostro de la muchacha se me ha perdido, sólo sé que era bonita.
domingo, 15 de marzo de 2015
Sueño del 3 de mayo de 1994
Una tía está enferma, le digo que si le preparo un té. Ella vacila, después accede; me da unas hojas, parecen de guanábano. Le pregunto si no serán tóxicas, ella se ríe y me dice que no. Salgo a comprarme una torta del centro (ni de Álamo ni de Tampico) voy en pantaloncillos cortos, a la entrada de la tienda unos hombres me molestan. Un muchacho atractivo se me queda viendo, se acerca adonde estoy sentada y después se retira. No le gusté, já, bien merecido se lo tiene,pienso. Pido una torta y recuerdo que debí haber puesto el agua a hervir para preparar el té.
Sueño del 22 de febrero de 1994
Estoy en la casa en Tampico, con mis hermanos, y cuando nos avisan que van a visitarnos unos que están grabando una película, y que nos van a pedir espacio para dejar algunas cosas, yo me asomo por la barda y veo en el departamento de mis vecinos a gente del medio cinematográfico, y a un señor con barba; y en casa empezamos a escombrar un poco. Cuando llegan me sorprende la visita: la mamá de Lilia y otra señora, mi mamá me señaló que no dijera nada. Lilia y yo nos abrazamos en el cuarto, le pregunté por los demás, no me respondió bien, después saludé a las otras, y empecé a sostener una charla que me resultaba difícil, pero la mamá de Lilia dijo de pronto que la extrañaba, que por qué se tenía que haber separado, después entran una muchacha y una señora y le enseñó no sé qué, un pensamiento o poema, ella me escucha impaciente y luego vamos a encaminarlas. Mi mamá y las otras señoras desaparecen, la muchacha, quien resulta ser Gloria, me dice o pregunta si ya no tengo más que decirle; y le pregunto cuándo podíamos concertar una cita, ella me responde que está lo de la películas y no tiene tiempo. Nos separamos, y en una calle, esquina, veo que están grabando una película o comercial, es como un restaurante, donde se están moviendo algunas mujeres bien vestidas y bellas. Yo estoy buscando la manera de bajarme de una banqueta alta, y siento que me voy a caer de bruces.
Sueño del 17 de enero de 1994
Estoy en casa con mi mamá. Estamos
acostadas, y de pronto escuchamos el arranque de una canción ranchera, me asomo
por la ventana, afuera, en el segundo piso están los mariachis, mi papá y
muchos familiares. Me regreso al cuarto a cambiarme, le digo a mi mamá y se
alegra, es su cumpleaños. Nos vestimos y salimos. Abajo en el taller hay mucha
gente, está haciendo fila para algo. Mi papá les reparte tanto a niños como a
mayores dulces y otros artículos.
Julia y Gelos se llevan algunos para su
casa. Y quedan algunos niños, cuatro, cinco, por repartir. Voy a traerles algo.
No quedamos más que la familia, los demás se han retirado, era gente invitada
en la calle y habían retomado sus actividades; en la casa de mi tía Soco, le
seguimos. Estaban mi tía Dora, mi mamá, mi abuelita. Tomé una coca y me fui a
la casa a vestirme. Tenía que salir a un mandado. Platiqué con mi tía Dora, mi
mamá me había comprado una ropa, me la probé. Salí en coche con Chucho y
Carmen, una joven enfermera bonita, Juan y yo, veíamos por la ventanilla
a la gente, había mucha reunida en una casa, y otras platicando en la calle.
Toda esa gente había estado en la fiesta. Nos adentramos en una calles y vimos
que desde un tercer piso, jóvenes que salieron a la terraza y hacían maromas en
el barandal, en la cerca, se colgaban e impulsaban hasta dar la marometa hacia
arriba, 2 de ellos lo hicieron muy bien, uno cayó. Y como la joven que venía
con nosotros era enfermera fuimos rápido a atenderlo, pero cuando llegamos lo
había hecho ya la Cruz Roja. De la ambulancia salió un médico quien dio su cédula
profesional, y la joven también se identificó como enfermera. Un joven ya le
había puesto tela encima y había absorbido la sangre. No supimos si había
muerto. Juan por mientras está viendo en una televisión de por ahí, a Alex
Sintek, quien cantaba esa canción que dice "he cambiado mis impulsos sobre ti".
Voy a Comunicación a preguntar sobre un
joven, y una muchacha me dice que no vaya por él a unos salones abandonados,
pues él se fue con una chica, y de seguro estarán haciendo el amor.
Sueño del 7 de enero de 1994
M.
es invitada a la casa de Tampico. Es de noche. Estamos en el cuarto ella, mamá,
Malena y yo. Mamá y Malena están acostadas. M. y yo platicamos, de repente ella
me conduce al baño. Adentro me empieza a besar. Yo le correspondo. Al salir me
doy cuenta de que mi mamá ha sospechado de nosotras por el sonido de los besos.
Me apeno.
Sueño del 30 de diciembre de 1993
Estoy sentada en una banqueta, atrás de mí
está un muchacho. Es mi novio. Es casi de mi edad, de cabello negro, rostro
varonil; vamos a ir a una parte, pero como él está trabajando en ese momento
(está despachando algo) quedamos en citarnos ahí más tarde.
En un cuarto hay 2 niñas, un hombre y una
mujer que en un principio es su hija. Ella está vestida únicamente con corpiño
y calzón. Aquél le dice que modele, que camine bien erguida. La mujer trae unas
zapatillas, parece que no las sabe usar. Después de eso, el hombre (que parece
ya no ser su padre, sino sólo de las niñas) anuncia que es hora de dormir y se
acomodan en sus respectivas camas. Eso pone perpleja a la mujer, pues es
temprano. Pero ellos buscan sus prendas para poder dormir.
Carlos me dice que Martha ya se ha
compuesto en cuanto a qué hacer con su vida, y que es más ordenada; (lo dice
porque en ese momento estoy sacando algo de mi ropero en Álamo) pero no le hago
caso.
En una tienda de comida rápida.
Sueño del 27 de diciembre de 1993
Estoy en algo así como una expedición; no
retengo los rostros de quienes me acompañan, sin embargo me queda la sensación
de estar en un campo, el verde impera, lo natural. Hay un ambiente tenso,
se comenta de una amenaza sobre el grupo. Alguien señala que veamos el techo de
una casa, hay un letrero. No me acuerdo qué dice. Tenemos que cazar, uno de
nosotros se encarga de eso. El animal está en la mira.
*Cuando me desperté, pensé que era el
sueño, vi la ventana de Carlos y se filtraba el amanecer. Era lunes y tenía que
ir al trabajo.
Sueño del 17 de diciembre de 1993
Hay una casa y al otro lado, por la ventana puedo ver a jovencitos y niños que parecen bandoleros. Carlos, Malena y yo salimos de viaje, y de regreso nos encontramos, viendo desde una subida, que nuestra casa está ocupada, hay un joven ahí en la sala (no hay paredes), no se han robado nada, pero Malena y yo vimos que han utilizado lápices de colores y hay papeles por todos lados, decidimos dar parte a la policía, le digo que tenemos que ir por Carlos, si no ellos se abalanzarán sobre él. En ese momento, el muchacho que estaba adentro de la casa, salió rápidamente en busca de otros dos que salieron en su ayuda, y señaló en dirección a nosotros. Subimos las escalinatas.
Sueño del 16 de diciembre de 1993, por la tarde.
Hay una conferencia que va a sustentar Juan. Es en el centro, en la Plaza de Armas. Ahí se levanta una carpa amarilla. Entro. Juan está en plena conferencia, lo veo desde una esquina. Y después me cuelo al otro lado, en donde hacen aerobics unas jóvenes de tipo fresa. Me siento en una banca para poder ver tanto la conferencia como los aerobics. Más tarde, nos sorprende un señor de carácter agradable que de plano resulta ladrón, a unos les pide la grabadora, digo que no tengo nada ni Juan, pero tengo mi reloj con chapa de oro que me regaló mamá, trato de esconderlo, y una muchacha, sin querer, me delata, afortunadamente, el ladrón no hace caso.
Carlos me dice que busque a una jugadora de voli, y salgo de casa. Me sorprende ver a muchos jóvenes, veo que algunos entran a un gimnasio, y les pregunto por alguien que juegue, pues hay un buen partido y queremos completar la reta, pero una muchacha güerita nos dice que primero van a participar en un encuentro de voli, otro muchacho dice acepta o le va a dar en la madre a los que van a jugar contra nosotros. Yo le pregunto a la muchacha si puedo participar en el encuentro de voli, ella me dice, después de mirarme con detenimiento, que no podré. Luego me acerco a Luciana y a otra joven que le acompaña. Le pregunto a Lucy por qué me dijo eso la muchacha, y me contesta que por no tener 13 años, la edad requerida para participar en el encuentro deportivo.
Anotación del 16 de diciembre de 1993
Entre el despertarme e irme al despacho, he olvidado los residuos del sueño.
martes, 10 de marzo de 2015
Sueño del 10 de diciembre de 1993 (por la tarde)
No me acuerdo qué hice antes, estoy en un coche que transita en una carretera junto a un lago. Me encuentro triste, y veo gente alrededor del lago, le pregunto a quien me acompañaba el motivo de tanto alboroto, y me responde que Michael Jackson quiere evitar que unos árabes cometan más terrorismo, y piensa que haciendo un acto de escapismo puede presionar a través de medios de comunicación y vía satélite, y en vivo puede pedir, antes de lanzarse al agua encadenado, a los árabes que desistan en su intento. Veo a Michael, él permanece encadenado sobre una esfera de color guinda, hay una pantalla gigantesca en donde enfocan el rostro del ídolo pop, quien dirige a los árabes unas palabras y después la esfera gigantesca le es quitada y cae; la gente grita al ver todo tan real, en la pantalla se ve a Michael sumergiéndose en la profundidad quitándose las cadenas, pensé que al liberarse terminaría el acto, pero no fue así. Había un túnel que absorbía y en la pantalla se vio que accidentalmente Michael había sido absorbido, cosa que, aparentemente, no había sido maquinada por su equipo de trabajo, y todos estuvimos pendientes porque él no llevaba cilindro de oxígeno en su espalda.
Sueño del 9 de diciembre de 1993 (madrugada)
Estoy en la casa de Álamo, en el segundo piso. Conmigo están Oscar Martínez (un joven que escribe en Tampico) y Iulisca (una joven que estudia comunicación en la UAT, escribe también y es novia de Oscar). Él me pregunta si ya terminé un cuento de cinco cuartillas para el vencimiento de un concurso literario, y yo le contesto que no, que todavía no he escrito nada aún. Miré a Iulisca y le pregunté su edad (me sorprendió que me haya dicho que tiene 17 años).
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