-Carlos come de una forma peculiar, en cuclillas, sin manos, como un gato o perro; esto es muy celebrado donde vivimos. Yo compro empanadas o tacos (del comedor Rosas) y llega el momento de colocar el plato especial. Estaban conmigo Martha Pérez ,su hijo y otros. Pero en la casa, el piso era como de madera y abajo de ella había agua y peces que nomás andaban viendo qué comer de afuera, y mordían si uno acercaba los dedos. Coloqué rápido el traste y vino Carlos. A la señora de la casa se le antojó comer al estilo de Carlos.
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