A Malena le habló por teléfono Caín. Contestó Chucho, mi hermano, le dijo que hablaba a un cable, yo levanté la otra bocina y le hablé a Caín, le dije que a Malena le había dado un fuerte dolor de cabeza. Malena dijo que no era buena idea eso del dolor de cabeza y tomó la bocina. Yo tenía que preparar una denuncia (no sabía por qué) a Caín, era de muchas hojas a máquina eléctrica o computadora. Malena me dijo que Caín peleaba de que se le rebajara el monto de 50 pesos, a mí se me hacía ridículo ello, pero me atuve a eso, por hacer lo que pide el cliente.
Había un gran escenario y mucha gente. Estaban pasando personas a cantar, que le digo a mi mamá que me animaría a subir. Canté la de Solís "Delirio".
En la calle 5 de mayo (en Álamo) desde la casa de Martha hasta la casa de mi tío Adrián había sobre la calle un gran plantío reseco; según era un gran empiezo de cuento de y luego pone el título ( es como en las películas, por ejemplo "Fresa y Chocolate", primero hay una escena y luego se pone el título de la película y los actores.
Yo estaba por freír unas papas, a mi lado estaba Carmen que hacía comida para ella y Chucho. Llegó Rosy (una amiga de Carmen) y nos salimos a platicar en la calle 5 de mayo. Me dijo que había ido a una fiesta con Marcos (amigo de Malena) y que una muchacha (se me olvidó quién) se le habían subido las copas y que en pleno baile se tomaba y acariciaba su sexo y el vello púbico. Mientras me decía esto yo estaba frente a una paletería, unos niños estaban viendo hacia el mostrador de paletas, decían que al señor se le habían caído las paletas (dentro del mostrador).
Voz en off señala un retorno mío a Álamo, pero no me veo a mí regresando, sino a una salvaje que trae unas ropas desgarradas y que mira hacia la casa o taller de mi tío Rafael. Ahí la vio o me vio Neyda, una hija de la maestra. En mi fuero interno yo la saludo, pero es la salvaje la que tiene mi personalidad ¿la tendría?
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