*En la casa (en Tampico) dominaba el miedo a los cocodrilos. Afuera, en cualquier momento, se temía a esos animalitos, a una mordida se le sacaba vuelta.
*Malena, Bedil y Amaranta se subieron a una especie de tren, en el nivel de arriba, en unos asientos que sobresalían del tren. No les gustó y se cambiaron de lugar. Luego se arrepintieron, pues era más cómodo aquél, además, se tenía una vista especial.
Yo también subí y estuve viendo el paisaje. Al paso del tren, por lo regular había árboles de esos que llaman orejones.
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