jueves, 19 de marzo de 2015

Entro a una especie de concurso. Parece que en la cárcel una muchacha escoge un número para su "esposo", luego tomó su lugar, y las dos nos vamos por separado; pero por los pasillos escucho el resultado del concurso y pienso que es el número del reo. La muchacha, quien también anda por ahí me dice que ella también se emocionó, pero el número no es ése. Luego se acerca en coche uno de los organizadores del concurso y le da un aventón, yo le digo a la joven que aproveche.


Luego en la casa- no sé dónde será- veo que tengo visitas. Santiago o Sebastián, ya me han cambiado todo de lugar. Los libros los ponen en el ropero. No se ven mal; pero antes yo sabía dónde se encontraba cada cosa. Parece que a unas cuadras de ahí, Martha está (¿cantando?).


Los niños bailan en el escenario del cine. De pronto, veo que sube la muchacha alta (que se lesionó en la deportiva) y los movimientos son torpes y se siente fuera de ambiente. Me ve y se acerca. Al final, veo a Évora. Tan guapo con su traje. Me mira y dice que me acompaña.

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