viernes, 27 de marzo de 2015

Sueño del 3 de abril de1996

Era un enorme edificio de departamentos.No estaba pintado. En un departamento yo vivía. Alguien de la planta baja me dio un tip para llegar más pronto a mi cuarto: hay elevador, me dijo; yo no sabía de su existencia. Me condujo a él, casi estaba a la mitad o en el corazón del edificio. Era un pequeño elevador, que ni lo parecía; cualquiera que pasara por ahí no lo reconocería. En esa ocasión subí con mi mamá, otro día iba con Juan y Pablo. Yo les dije que había un atajo para subir al departamento. Pero esa vez estuvimos busque y busque y no encontramos el susodicho elevador. Me dio mucha pena con ellos. Estábamos como en el mercado de Álamo.


-En el local del cine club iban a proyectar una película. Yo tenía ya mi lugar. Había más mujeres que hombres. Miré hacia un lado, había una playa.Juan puso la película pero después no era en el Cabildo de Madero, sino en el cuarto de mi abuelita Carmen, sólo que la función era para niños. Luego, me dio mucho coraje porque los niños, casi todos, habían dejado de ver la proyección para mejor ver en otra tele una película de acción o caricaturas.

-A una muchacha le advertí que había llenado mal un papel del examen. Después ella le preguntó al coordinador si era cierto; él dijo que sí, y que si le seguía con ese error no se le contaría el examen.
Una muchacha me dijo como llenara una forma de no sé qué, luego me dio otras para que las llenara. La muchacha me miraba de reojo, en una esquina del cuarto. Yo no quería y ni le había aprendido. La muchacha se veía enojada.

-Cantaba en el baño canciones de Menudo. Menudo, pensaba, era uno de los grupos que había participado en la OTI internacional.


-Detuvimos en el patio a un muchacho que había sido condiscípulo nuestro. Le preguntamos si no le gustaba alguna muchacha de su salón. Él respondió que le gustaba una que estaba sentada hasta atrás en el salón, y era Elisa; dijo que parecía niña, con su cabello largo, sus gestos delicados, su sonrisa afable; tantos adjetivos desconcertaban. Creo que todas queríamos ser Elisa en ese momento.

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