jueves, 19 de marzo de 2015

Sueño del 22 de diciembre de 1994

Estoy una tienda (la casa de mi abuelita Concha). Mi mamá está apartando unas ropas. Me gustan. En casa, Malena se pone una camisa y shorts míos y anda por la sala. Se le ven bien, son de color verde y amarillo.
Llego a una casa (la de mi abuelita Aurea, en ocasiones) y entro. Hay muchachos en la sala y están comentando sobre los exámenes profesionales. Les digo que se tranquilicen y doy la clase. En eso, entra un amigo de ellos, S. Me sorprende verlo muy mejorado (últimamente lo he visto cambiado físicamente) él se acerca y me saluda efusivamente. Más tarde ahí mismo estoy platicando con Alicia Solano y me pregunta por mi carrera, si la terminé, le contesto y a la vez le pregunto. Ella titubea y luego, esquivando la plática, dice algo de que va bien. Alicia me comenta que las dos señoras de la casa son muy católicas, van a llevar a los muchachos a escuchar al padre y que si puedo ir, aunque agrega Alicia, no me ven con buenos ojos, ya que ando diciendo, según, que el examen ( no sé qué tipo de examen será aquí) , es sencillo. en eso llega U., otro excompañero de la primaria, y nos saluda. Nos apura para que vayamos a la convención. Tomó gel y empezó a untarlo en mi cabello, frotando mi cabeza, me sentí muy tranquilizada (recordé aquella vez en la ronda, que me atreví a cerrar los ojos para abandonarme) luego se lo frotó al cabello de Alicia. Me levanté y fui a lavarme la cara, ahí una de las señoras me apuró, porque si, no llegaríamos a ver al subcomandante Marcos.

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